Al médico cubano Julio Lubián lo obligaron a venir a Venezuela. En varias ocasiones "el partido" le había ofrecido sumarse a la internacionalización de la misión cubana en Venezuela y él las había rechazado.
Sin embargo, en el 2003, ya no le dieron opciones: lo amenazaron con invalidarle el título de médico general integral si no se sumaba a este grupo de profesionales.
Durante cuatro años estuvo Julio César Lubián como médico de la Misión Cubana en el pueblo Soledad de Cariaco, en el estado Sucre. Era el único especialista a 15 millas a la redonda y tenía cerca de 2.000 pacientes potenciales. Llegó de Cuba obligado.
En varias ocasiones "el partido" le había ofrecido sumarse a la internacionalización de la misión, y él las había rechazado.
Sin embargo, en el 2003, ya no le dieron opciones. De acuerdo con el testimonio que ofrece telefónicamente desde Miami, Estados Unidos; ese año lo amenazaron con invalidarle el título de médico general integral, si no se sumaba a este grupo de profesionales. Llegó al país el 30 de octubre del 2003 y se fue el 7 de enero del 2007.
"Decidí abandonar la misión cuando me di cuenta de que mis decisiones propias no servían para nada" dice hoy este especialista, que forma parte del grupo de ocho personas que demandan a PDVSA y a los estados cubano y venezolano por esclavitud moderna.
"Por ejemplo, trabajé en la asistencia de la Misión Milagro y muchas veces nos obligaban a llevar a pacientes a Cuba a atenderse allá, aunque la persona estuviera sana; porque eso significaban más recursos para el régimen de Fidel".
De hecho, asegura hoy, que la exportación de médicos a Venezuela representa la principal entrada de dinero de la isla, superando incluso el turismo o a la caña de azúcar.
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